El dilema de la hora de dormir: Estrategias para un descanso sin dramas
La escena es la misma cada noche: llega la hora de dormir y en lugar de una transición tranquila y armoniosa, empieza una batalla campal. «Cinco minutos más», «no tengo sueño», «quiero agua», «se me olvidó que tengo que ir al baño»… Y tú, agotada, preguntándote si algún día tus hijos irán a la cama sin una negociación digna de la ONU.
Si esto te suena familiar, no te preocupes. Establecer una rutina de sueño efectiva es posible, sin necesidad de amenazas, gritos ni súplicas. Aquí te comparto estrategias prácticas para lograr que la hora de dormir sea un momento tranquilo y no un campo de batalla.
«Lograr que un niño se duerma sin drama es un arte… y a veces parece una misión imposible, pero con paciencia y estrategia, ¡se puede lograr!»

¿Por qué es tan importante una rutina de sueño?
El sueño es fundamental para el desarrollo infantil. No es solo una necesidad física, sino que también influye en el comportamiento, la capacidad de concentración y el bienestar emocional de los niños.
Beneficios de un buen descanso en los niños:
✅ Favorece el desarrollo cerebral: Mientras duermen, los niños consolidan lo aprendido durante el día.
✅ Regula el estado de ánimo: La falta de sueño puede generar irritabilidad y dificultades para gestionar emociones.
✅ Refuerza el sistema inmunológico: Dormir bien ayuda a prevenir enfermedades.
✅ Mejora el rendimiento escolar: Un niño descansado aprende mejor y tiene mayor capacidad de atención.
Ahora que sabemos por qué el sueño es clave, veamos cómo lograr que los niños vayan a la cama sin dramas.
1. Establecer un horario fijo (y cumplirlo)
El cuerpo de los niños responde bien a la regularidad. Ir a dormir a la misma hora todos los días ayuda a que el cuerpo se acostumbre y entre en modo “descanso” sin resistencia. Lo ideal es:
- Definir una hora de acostarse adecuada a la edad del niño.
- Mantener el mismo horario incluso los fines de semana (con algo de flexibilidad en ocasiones especiales).
- Asegurarse de que haya suficiente tiempo de descanso según la edad:
- 1-3 años: 11-14 horas de sueño
- 3-6 años: 10-13 horas de sueño
- 6-12 años: 9-12 horas de sueño
2. Crear una rutina relajante antes de dormir
Las actividades previas a la hora de dormir marcan la diferencia. Una rutina establecida ayuda a los niños a predecir lo que viene y facilita la transición al descanso. Algunas ideas incluyen:
🌙 Baño relajante: Un baño con agua tibia puede ayudar a relajar el cuerpo.
📖 Lectura de cuentos: Un libro tranquilo (no de aventuras demasiado emocionantes) prepara la mente para dormir.
🕯️ Luces bajas y ambiente tranquilo: Reducir la luz y los ruidos ayuda al cuerpo a liberar melatonina.
🎵 Música o sonidos relajantes: Hay playlists de sonidos blancos o melodías suaves que facilitan el sueño.
Importante: Evitar actividades estimulantes antes de dormir, como juegos muy activos o el uso de pantallas.
3. Elimina el uso de pantallas antes de dormir
Las pantallas son grandes enemigas del sueño. La luz azul que emiten inhibe la producción de melatonina, la hormona que ayuda a dormir. Para evitar esto:
🚫 Prohibir pantallas al menos 1 hora antes de dormir.
📚 Sustituir la tablet por libros físicos o juegos tranquilos.
🔄 Crear una rutina sin pantallas para desconectar progresivamente.
Si tu hijo se resiste a dejar la tablet, puedes explicarle que los dispositivos electrónicos “duermen” también, y que necesita descansar para poder funcionar bien al día siguiente.
4. Crea un ambiente adecuado para el sueño
El entorno en el que duerme un niño influye directamente en la calidad de su descanso. Algunos ajustes pueden marcar una gran diferencia:
- Oscuridad: Mantener el cuarto oscuro o con una luz tenue si el niño lo prefiere.
- Reducir ruidos: Evitar sonidos fuertes en casa después de la hora de dormir.
- Temperatura adecuada: Entre 18-21°C para mayor comodidad.
- Cama cómoda: Un colchón y almohadas adecuadas favorecen el descanso.
5. Evita las luchas de poder
Si convertir la hora de dormir en una pelea es la norma, es momento de cambiar de estrategia. Algunos trucos para evitar el conflicto:
✅ Dale opciones: “¿Prefieres ponerte el pijama primero o lavarte los dientes?”
✅ Usa un lenguaje positivo: En lugar de “¡A la cama YA!”, intenta “Vamos a leer nuestro cuento favorito antes de dormir.”
✅ Crea un ritual especial: Un beso, un abrazo, una frase cariñosa… algo que haga que la despedida sea cálida y no una obligación impuesta.
6. Sé paciente y constante
Los cambios en las rutinas de sueño no ocurren de la noche a la mañana (literalmente). La constancia es clave. Si un día el niño no coopera, evita ceder demasiado, pero mantén la calma. Con el tiempo, las nuevas rutinas se afianzan.
7. ¿Y si se despierta en la noche?
Es normal que los niños pequeños se despierten en medio de la noche. Si sucede, evita encender luces fuertes o estimular demasiado la conversación. En su lugar:
- Habla con voz baja y tranquila.
- Recuérdale que es hora de dormir sin convertirlo en una interacción prolongada.
- Si tiene miedo, valida su emoción sin reforzarla (“Entiendo que te sientas así, pero estás seguro en casa”).
- Anima la autonomía enseñándole a calmarse sin necesidad de llamar a los padres cada vez.
Conclusión: El arte de dormir sin drama
Lograr que los niños duerman a la hora adecuada sin convertirlo en una lucha constante es posible con paciencia, rutinas bien establecidas y estrategias adaptadas a cada niño.
No se trata de “obligar” a dormir, sino de crear un ambiente propicio que les ayude a entender que el descanso es parte de su bienestar.
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