¿Por qué mi hij@ me ignora? Spoiler: No es falta de respeto

Muchas madres y padres sienten que sus hij@s los ignoran cuando les hablan, lo que puede generar frustración y conflictos innecesarios. En este artículo, exploramos las razones detrás de este comportamiento y cómo lograr que realmente te escuchen sin necesidad de gritar o repetir las cosas mil veces.

“Si tu hij@ parece no escucharte cuando le hablas, pero reacciona al sonido de un envoltorio de caramelo a 10 metros de distancia… no está sord@, solo tiene prioridades.”

por que mi hijo me ignora

¿Por qué los niños parecen desconectarse cuando hablamos?

Cuando un niño/niña ignora a su padre o madre, lo primero que suele venir a la mente es que lo hace con intención o por falta de respeto. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. Existen diversas razones por las cuales un niño parece no prestar atención cuando le hablas:

Enfoque selectivo: Los niños se concentran intensamente en sus actividades, lo que les hace filtrar sonidos externos, incluyendo la voz de sus padres/madres.
Desarrollo cerebral: Su cerebro aún está en formación y no tiene la misma capacidad de multitarea que un adulto.
Necesidad de independencia: A medida que crecen, los niños buscan reafirmar su autonomía y pueden no responder de inmediato a las órdenes o peticiones.
Exceso de estímulos: Si el entorno es ruidoso o está lleno de distracciones (pantallas, juguetes, otras personas), es más difícil que te escuchen.
Forma en la que te comunicas: A veces, el tono de voz, la estructura de la frase o la insistencia pueden hacer que los niños desconecten en lugar de atender.

Errores comunes que pueden hacer que los niños ignoren a sus padres

A veces, sin darnos cuenta, cometemos errores al intentar comunicarnos con nuestros hijos, lo que refuerza el hábito de no escucharnos. Algunos de los más comunes son:

Llamarlos desde otra habitación: La probabilidad de que te escuchen y respondan disminuye si no estás a su lado.

Dar demasiadas instrucciones a la vez: Cuanto más larga y compleja sea la indicación, menos probabilidades hay de que la sigan.

No hacer contacto visual: Si no logras captar su atención antes de hablar, es posible que no registren lo que dices.

Usar un tono autoritario sin conexión previa: Los niños reaccionan mejor cuando sienten que son parte de la conversación en lugar de recibir solo órdenes.

Perder la paciencia y gritar: Aunque parezca que funciona a corto plazo, los niños pueden volverse inmunes a los gritos o responder con más desobediencia.

Cómo lograr que realmente te escuchen sin repetir las cosas mil veces

Si sientes que cada conversación con tu hijo es una batalla para captar su atención, aquí tienes estrategias efectivas para mejorar la comunicación:

  • Asegúrate de tener su atención antes de hablar: En lugar de llamarlo desde lejos, acércate, toca su hombro suavemente y espera a que te mire antes de hablar.
  • Haz contacto visual: Mirar a los ojos de tu hijo mientras hablas refuerza la conexión y la comprensión.
  • Usa frases cortas y directas: En vez de “Tienes que ponerte los zapatos porque ya es tarde y vamos a salir”, prueba con “Ponte los zapatos, nos vamos en 5 minutos”.
  • Evita repetir muchas veces lo mismo: Si no te responde a la primera, intenta otra estrategia en lugar de insistir con las mismas palabras.
  • Dale opciones dentro del límite: “¿Quieres lavarte los dientes ahora o después de ponerte el pijama?” Esto le da sensación de control sin perder la estructura.
  • Usa un tono de voz firme pero amable: Gritar o hablar con impaciencia genera resistencia en lugar de cooperación.
  • Refuerza la escucha con lenguaje corporal: Inclinarte a su altura y hablarle con calma ayuda a captar su atención.
  • Refuerza positivamente cuando responda bien: Un “Gracias por escucharme y responder rápido” refuerza el hábito de la escucha activa.

Ejemplo práctico de comunicación efectiva

Ejemplo incorrecto:
Desde la otra habitación gritas “¡Ven a cenar ya!” y el niño sigue jugando sin responder. Después de varias veces, terminas frustrado/a.

Ejemplo correcto:
Te acercas, te pones a su altura y dices “Cuando termines ese movimiento en el juego, ven a cenar. Te espero en la mesa en 2 minutos”.
Este pequeño cambio hace que el niño sienta que tiene margen para responder sin sentirse presionado, aumentando las probabilidades de que coopere.

Qué hacer si tu hij@ sigue sin escucharte

Si después de aplicar estas estrategias sigues sintiendo que tu hijo te ignora constantemente, revisa estos aspectos:

Observa si hay otros factores que influyen: ¿Está demasiado cansado o hambriento cuando le hablas? ¿Está demasiado enfocado en una actividad que realmente le apasiona?

Evalúa el contexto: ¿Suele escucharte en algunos momentos y en otros no? Puede que el problema no sea generalizado.

Considera su etapa de desarrollo: Los niños pequeños tienen menor capacidad de concentración, mientras que los preadolescentes pueden estar afirmando su independencia.

Habla sobre lo que ocurre: Puedes preguntarle con calma “A veces siento que no me escuchas, ¿hay algo que podemos hacer para mejorar esto?”

Consulta con un especialista si es necesario: Si notas que la falta de escucha va acompañada de dificultades en la comunicación en otros entornos, puede ser útil hablar con un profesional.

Conclusión

Tu hij@ no te ignora por falta de respeto, sino porque su cerebro y su entorno influyen en su capacidad de responder. Con estrategias adecuadas y una comunicación más efectiva, puedes lograr que realmente te escuche sin necesidad de gritos ni repeticiones constantes.
Recuerda que la paciencia y la conexión son clave para fortalecer el vínculo y mejorar la convivencia familiar.

Suscríbete

a nuestra newsletter

Recibe cada mes un respiro en tu crianza: tips prácticos, recursos exclusivos y un toque de humor para madres y padres reales.

Quiero suscribirme